Artículo: Henna castaña: guía de tonos Radhe Shyam

Henna castaña: guía de tonos Radhe Shyam
La henna castaña colorea por superposición, es decir, suma pigmento y reflejo sobre tu base sin decolorar. Cuando la formulación es 100% vegetal y la técnica es correcta, el resultado es un castaño con cuerpo, brillo y una sensación de fibra más compacta. Como fabricantes de segunda generación con más de cuarenta años en cosmética natural, hemos visto que el éxito no depende solo de la receta: lo marcan la elección del tono según tu punto de partida, la densidad de la pasta, los tiempos y el cuidado posterior.
¿Por qué elegir henna castaña 100% vegetal?
Más allá del color, la henna aporta una capa fitocosmética que envaina suavemente la cutícula. Esto se traduce en menos encrespamiento, mayor brillo y un tacto más sedoso con el uso continuado. No contiene decolorantes ni amoníaco, por lo que resulta compatible con cueros cabelludos sensibles. Además, permite modular el subtono: puedes buscar un castaño cálido (avellana, chocolate) o enfriarlo con mezclas para un acabado más profundo. La gran ventaja es la coherencia visual: el castaño se integra con tu base sin efecto “casco” y evoluciona de forma armónica con los lavados.
Cómo acertar con el tono (base, canas, subtono y porosidad)
Empieza por tu base. Si es rubio oscuro o castaño claro, los castaños suaves darán reflejo y uniformidad sin oscurecer en exceso; si ya eres castaña media, puedes ganar profundidad y cobertura con variantes más pigmentadas. En presencia de canas, elige fórmulas de mayor fijación o recurre a doble capa (raíz primero, después largos). El subtono también orienta: si te favorecen los dorados, busca opciones cálidas; si prefieres fríos, apóyate en mezclas que enfríen el resultado. La porosidad manda sobre los tiempos: cuanto más porosa la fibra, más rápido toma el pigmento; ajusta para evitar sobrecargar.
Tipos de henna castaña de Radhe Shyam
Castaño Claro — reflejo suave y luminoso
Pensado para subir medio tono en bases claras manteniendo transparencia. Es perfecto para quien no quiere “verse teñida” sino más luminosa. En primeras canas, la clave está en una pasta cremosa y capas finas bien trabajadas; con 60 minutos suele bastar para equilibrar sin oscurecer.
Castaño Medio — el equilibrio avellano
Es nuestro “comodín” para uniformar bases castañas. Deja un avellana limpio en exterior y mucha naturalidad en interior. Funciona especialmente bien en melenas con variaciones de tono entre raíz y medios, donde se busca cohesión sin perder movimiento. Si la fibra es seca, un enjuague cuidadoso y un acondicionador ligero post-color ayudan a sellar el brillo.
Castaño Oscuro — cobertura con matiz chocolate
Ideal en bases medias con canas parciales. Aporta un chocolate envolvente y una sensación de mayor grosor. Recomendamos mezclar con agua a 50–60 °C hasta textura yogur para mejorar la adherencia. En cabellos muy finos, la densidad de la pasta marca la diferencia: más cremosa para cubrir, más fluida para matizar.
Castaño Oscuro Profundo — máxima profundidad y tono más frío
Cuando el objetivo es un castaño muy oscuro sin químicos, esta variante ofrece intensidad y una línea de color más fría. Da uniformidad en raíces con canas visibles y aporta elegancia en medios y puntas. En fibras muy porosas conviene vigilar minutos para no sobrecargar; un buen test de mechón evita sorpresas.
Castaño Chocolate (Botanical) — cálido, goloso y brillante
Favorece a pieles que agradecen reflejos cálidos. Revitaliza largos apagados sin virar al cobre. Es un gran recurso cuando buscas “subir la luz” de forma sutil: un velo cálido que realza el brillo en interiores. Si tu base tiende al dorado, esta opción lo refina y lo hace más uniforme.
Castaño Cobrizo — toque sun-kissed sin rojo intenso
Aporta miel y luz sin entrar en rojos marcados. En bases claras se percibe un baño solar natural; en bases medias deja un halo cálido elegante. Es muy útil para suavizar durezas en melenas castañas frías, especialmente en rostros que piden un poco de calidez alrededor de la cara.
Castaño Caoba — carácter con guiño rojizo
Para quien quiere un castaño con personalidad. El matiz caoba realza el movimiento del corte y crea profundidad en peinados con ondas. Funciona bien como refresco de medios y puntas cuando la raíz se mantiene más fría: el contraste queda sofisticado y facilita el mantenimiento.
Castaño Intenso — pigmento concentrado y anclaje
La opción técnica para canas rebeldes o cabellos muy porosos. Aporta un anclaje superior sin perder naturalidad, y es la base idónea para la doble capa: primero raíces con Intenso, después una pasada global con el tono elegido para armonizar.
Katam y mezclas con índigo — profundidad y neutralización de cálidos
Más que un “color”, son herramientas. El katam y el índigo ayudan a enfriar el subtono y ganar profundidad en objetivos oscuros. Pueden emplearse en mezcla directa o como capa previa cuando aparecen naranjas indeseados. La proporción y el tiempo dependen de la base: por eso insistimos en el test de mechón.
Aplicación y tiempos
Trabaja sobre cabello limpio y sin siliconas para que la pasta se adhiera a la fibra. Mezcla el polvo con agua caliente (50–60 °C) hasta textura cremosa, sin grumos; deja reposar de 5 a 10 minutos para homogeneizar. Divide en secciones y aplica de raíces a puntas, saturando bien.
Como guía orientativa: 45–60 minutos para un reflejo sutil, 60–90 minutos para cobertura media y acabados avellana-chocolate, y 90–120 minutos o doble capa cuando buscas oscuro profundo o tienes canas muy blancas. Al aclarar, usa solo agua hasta que salga clara; evita champú el primer día. El color asienta en 24–48 horas por oxidación natural, por lo que el tono final se ve mejor al día siguiente.
Mantenimiento: cómo alargar el castaño vegetal
La duración habitual oscila entre 4 y 8 semanas según lavados, porosidad y rutina. Para alargar, opta por champús suaves, espaciar lavados y evitar calor extremo en las primeras 48 horas. Los baños de color cortos con tu variante favorita reavivan el brillo sin saturar; los retoques de raíces suelen programarse cada 3–5 semanas, mientras que los largos admiten 6–8. Si notas sequedad tras el aclarado, un acondicionador ligero sin siliconas o una mascarilla vegetal devuelve suavidad sin arrastrar el pigmento.

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